Elección judicial válida pese a “manchas”, declara el INE

El INE validó la elección de la Suprema Corte, pero anuló 818 casillas por irregularidades como el uso masivo de «acordeones». Conoce la polémica decisión que divide al árbitro electoral y pone en duda el proceso.
El Instituto Nacional Electoral (INE) declaró la validez de la elección para la Suprema Corte de Justicia y entregó las constancias de mayoría a los ganadores. La decisión se tomó en medio de una fuerte controversia, al confirmarse la anulación de 818 casillas por irregularidades documentadas, principalmente el uso de «acordeones».
En una sesión marcada por la tensión y el debate, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) ha validado formalmente los resultados de la histórica primera elección popular de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Sin embargo, la declaración de validez está ensombrecida por la confirmación de que el propio instituto anuló la votación en 818 casillas debido a «diversas irregularidades» que, según consejeros disidentes, «mancharon» la contienda.
La principal irregularidad que ha centrado la polémica es el uso documentado y generalizado de «acordeones» o «cheat sheets» en los centros de votación. Estos documentos, distribuidos de manera coordinada, contenían los nombres de los candidatos a los que se debía favorecer, en un claro intento de dirigir el voto.
La magnitud del problema fue expuesta por consejeros críticos durante la sesión. Uno de los datos más contundentes reveló que en el 61% de los casos analizados, los candidatos que resultaron ganadores coincidían con los nombres promovidos en los «acordeones». Esta correlación sugiere una operación de inducción del voto efectiva y a gran escala, que va más allá de incidentes aislados y apunta a una estrategia coordinada.
«Que aún con evidencias claras y irregularidades las elecciones pueden considerarse válidas, que no hay consecuencias ante estas conductas y eso puede propiciar que en futuras elecciones no solamente se repitan sino que se multipliquen». – Consejero Martín Faz Mora, durante la sesión del INE.
La decisión de validar la elección no fue unánime y expuso una profunda división filosófica dentro del máximo órgano electoral del país.
* La postura crítica: Un bloque de consejeros argumentó que validar la elección a pesar de las pruebas evidentes de prácticas antidemocráticas sentaba un precedente peligroso. Sostuvieron que la integridad del proceso estaba comprometida y que ignorar el fraude, aunque fuera en un porcentaje minoritario de casillas, erosionaba la confianza en la autoridad electoral.
* La postura mayoritaria: Por otro lado, la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, defendió la validación argumentando que las irregularidades, aunque graves, representaban menos del 1% de las más de 83,000 casillas instaladas. Consideró que anular la totalidad del proceso por estos incidentes sería una medida «extrema y lamentable» que ignoraría la voluntad de la inmensa mayoría de los votantes.
Esta confrontación de visiones refleja un dilema fundamental: ¿debe prevalecer la pureza del procedimiento, aunque esto implique una crisis de gobernabilidad, o debe asegurarse la continuidad institucional, aun a costa de tolerar ciertas «manchas» en el proceso?
Mientras el debate continúa, los ministros electos ya han recibido sus constancias de mayoría. En un acto de profundo simbolismo, el ministro electo Hugo Aguilar Ortiz, originario de una comunidad indígena, pronunció un discurso en lengua mixteca. En él, pidió un «voto de confianza» para la nueva Suprema Corte y se comprometió a erradicar la corrupción, el nepotismo y la discriminación del Poder Judicial.
Este gesto busca construir una narrativa de renovación y legitimidad desde el primer día, un esfuerzo que será crucial para una Corte que nace bajo la sombra de una elección cuestionada.
La Verdad Yucatán